La Unidad de Salud Deportiva del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre nos ofrece algunos consejos para que nuestro rendimiento no se vea mermado por el aumento de temperatura y adaptemos nuestros mecanismos termorregulatorios.

El 75-80% de la energía que generamos cuando hacemos ejercicio físico se convierte en calor, por eso una de las claves del rendimiento es la capacidad que tengamos para disipar ese calor y mantener nuestra temperatura corporal dentro de los márgenes fisiológicos de la manera más eficiente posible. Más aún a medida que aumenta la temperatura ambiente y la humedad relativa, condiciones que dificultan sustancialmente la eliminación de ese calor que generamos al poner nuestros músculos en movimiento.
Aquí van unos consejos:
- Adapta la duración y la intensidad. Nuestros mecanismos termorregulatorios tardan entre 7 y 10 días en aclimatarse. En los primeros entrenos con más calor del que estábamos acostumbrados estos últimos meses, notaremos que, a pesar de mantener un nivel de esfuerzo constante, nuestra frecuencia cardiaca aumenta paulatinamente a medida que avanza la sesión. Por eso es importante que evitemos, en estos primeros días, entrenamientos muy exigentes o muy largos.
- Elige bien la ropa. A menudo es preferible pasar algo de frío en los primeros minutos del entrenamiento que acabar muertos de calor. En cualquier caso, recuerda que uno de los mecanismos que utiliza el organismo para perder calor es el sudor, pero para ello debemos permitir que éste se evapore. Por eso es muy importante la transpirabilidad de los tejidos así como evitar, en la medida de lo posible, llevar más de una capa de ropa.
- Cuida la hidratación y el aporte de sales. Como decíamos, la sudoración nos permite disipar calor; pero, al mismo tiempo, aumenta el riesgo de deshidratación. Así que intenta beber un mínimo de 500ml de agua con sales minerales (en torno a 0’6 g de sodio) por hora, haciéndolo en intervalos regulares cada 15 – 20 min aproximadamente.

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