El Circuito de Carreras Populares de València retoma su actividad el 12 de septiembre (dos salidas) con la 44ª Volta a Peu als Barris de Sant Marcel·lí i Sant Isidre (5.750m). Las inscripciones están abiertas con limitación a 2.000 corredores. Repasamos la historia de esta longeva carrera.
València vuelve a correr. El próximo domingo 12 de septiembre, la ciudad del running retoma el Circuito de Carreras Populares, y en esta ocasión toca correr en una de las clásicas: la Volta a Peu las Barris de Sant Marcel·lí i Sant Isidre, que este año cumple su 44ª edición. Las inscripciones están abiertas con una limitación de 2.000 corredores. Habrá dos salidas (8:30h y 8:50h) y tendrá un circuito de 5.750 metros.
Con motivo de la celebración de esta longeva prueba, compartimos un artículo con muchos detalles curiosos, que nos hace llegar Ximo Lluch desde la Organización de la carrera, con la colaboración de Vicent García San Rafael, quien destaca lo siguiente:
«Muchas asociaciones y clubes han organizado su prueba en el Circuito, pero «a de San Marcelino es la única que la mantiene sin dejar de celebrar su tradicional Vuelta a Pie. Sin duda, ha sabido adaptarse a cada uno de los momentos por los que ha pasado el Circuito, colaborativo, animoso y emprendedor. Ha visto como la participación ha ido moldeando sus recorridos hasta verse abocado a reubicar su emplazamiento. No ha dudado jamás en mantener el puntual contacto con la Fundación Deportiva Municipal.
Destacar su aportación en la propuesta de incluir un tramo por el famoso “scalextric” con dos subidas que dan más alegría al recorrido. También hay que destacar al C.A. Murciélagos que aporta ideas y colaboración como aquella meta volante en lo alto del puente de acceso a Tanatorio Municipal. San Marcelino y San Isidro unen sus fuerzas en ofrecer una prueba popular a los corredores populares sin escatimar dedicación que repiten año tras año.
Recuerdo aquella salida de la XXXIII Volta a Peu al Barri de Sant Marcel·lí donde poco antes de dar la salida no aparecieron las llaves del vehículo que tenía que abrir la prueba y se tomó la decisión de adelantar a los atletas 200 metros para evitar dicho vehículo. Al final las llaves estaban en el bolsillo de Joxe Fernández Plazaola, el speaker de la carrera«.
Por Ximo Lluch:
Hablar de carreras es hablar de València, al menos en estas últimas décadas, pero la cosa viene de lejos. El gran defensor, valedor y difusor del atletismo, Recaredo Agulló (1990-1999) ya refiere una crónica periodística escrita de una carrera a pie en la Valencia del siglo XIX (Diario de Valencia, 01/02/1810, p.118), por lo tanto, podríamos decir, que lo que ahora disfrutamos, es la expresión máxima de una actividad que siempre ha tenido adeptos y seguidores en nuestra tierra. La diferencia, es que ahora han confluido los intereses públicos con los privados y el número de practicantes ha reforzado el optimismo y el entusiasmo de los organizadores.
Pero esto no siempre fue así. Además, nos consta, que la historia cuando se resume o se concentra, se presta al festejo y a la alegría, difuminando el esfuerzo y el sacrificio que hay detrás de cada evento y celebración atlética, por breve que sea. Sírvanos esta última frase, de tintes claro oscuros, para iniciar el preámbulo de la historia que os queremos contar, la de unos entusiastas del deporte, practicantes entonces de volei, atletismo, básquet y fútbol, que apostaron por una cultura popular en mayúsculas sólo posible con la integración del deporte.
En junio de 1976 se funda la Asociación de Vecinos en el Barrio de San Marcelino. En 1977 se organizan las primeras fiestas del barrio, en adelante “Festes Populars” y desde esa fecha se creará un vínculo con el atletismo a través de la Volta a Peu que organizará la Comisión de Deportes de la Asamblea de Fiestas, de ahí la edición número 44 (XLIV) para este año. Las primeras ediciones transcurrirán por el centro del barrio, calles Arzobispo Olaechea y San Marcelino, ampliándose el circuito hacia los alrededores a medida que crece el número de participantes, utilizándose en ese caso el Camino viejo de Picanya y el actual Bulevar Sur.
Como detalla Recaredo Agulló en su libro “Las Carreras Populares” (1999), la primera edición con cierta consistencia y notoriedad podría datarse en el año 1989, correspondiendo con la XII edición, aunque ya desde principios de los 80, la Volta auguraba una evolución notable y positiva, como mostraba la procedencia de los/las corredores/as, cuyas residencias trascendían en mucho a la circunscripción administrativa conocida como distrito de Jesús. Para contextualizar, decir que los años 90 serán los años de la Expo de Sevilla, las Olimpiadas de Barcelona, el nacimiento de las cadenas privadas de TV y el amanecer del conocimiento relacionado con las Ciencias del Deporte. Son años de cierta euforia y muchas ganas de relacionarse, organizarse y expresarse en la calle.
En el año1996, cambiamos el formato de la Volta por razones económicas y humanas, algo que podría resumirse aludiendo a la falta de recursos. La organización de la Volta nos suponía un esfuerzo insostenible, en muchos sentidos y, tuvimos que recurrir a la fórmula del “Milqui”, prueba de 1.500 metros con varias series y una carrera final, que limitaba mucho la participación y los gastos en obsequios/premios. Mantuvimos este formato hasta el año 2000, fecha en la que celebramos la V edición (XXIII Volta). A partir del año 2001 recuperamos la Volta en sus pretensiones iniciales, una carrera de media distancia (6 ó 7 Km), asequible para la mayoría de practicantes (corredores/as), y con una ocupación de las calles razonable.
El siguiente hito hemos de relacionarlo con la F.D.M. Valencia y su propuesta de participar en el I Circuito de Carreras Populares de la Ciudad de Valencia, conocido después como Circuito RuralCaja y posteriormente como Circuito Divina Pastora Seguros. Desde el año 2005 (XXIX edición de la Volta) hemos estado presentes en el Circuito como carrera más antigua, con participaciones que han ido en aumento y han pasado de los/las 385 atletas iniciales a los/las 3988 últimos. Desde el año 2009 (XXXIII edición) forma parte de la organización de la prueba la Asociación de Vecinos del Barrio de San Isidro, lo que ha determinado que la prueba desde ese año y hasta la actualidad se conozca como “Volta a Peu als Barris de Sant Marcel·li i Sant Isidre”.
Llegado a este momento, nos parece interesante mostrar esa información, muchas veces inaccesible y otras veces oculta, que suele reflejar el momento económico de una sociedad o de un país. Quisiéramos hacer una pequeña aportación numérica que pueda servir a los coleccionistas de datos (estadísticos) y también a los de hechos (historiadores), amantes de la verdad. Sabemos que los números son menos manipulables que las palabras y por ello, os presentaremos algunos de los presupuestos que manejábamos en aquellos tiempos y que materializan esa dificultad económica que haría inviable en estos momentos una prueba deportiva como la Volta a Peu (Gráfico 1).
Gráfico 1 – Presupuestos Comisión de Deportes de Festes Populars Barri Sant Marcel·li (1986-2013)
Las claves para interpretar los diferentes presupuestos y su evolución serían: (1) en los años anteriores al 2005 las variaciones presupuestarias tienen que ver con el alcance fijado desde la Comisión de Deportes, es decir, con la presencia o no de otros juegos y concursos deportivos (por ejemplo, ajedrez, pilota, truc, ping-pong, básquet, fútbol-sala, etc.); y (2) con la entrada en el Circuito y la asunción de costes por parte del Ayuntamiento de Valencia, se producirá una reducción presupuestaria progresiva, en la que sólo se atenderán los costes ocasionados por el concurso de paellas (fundamentalmente trofeos) y pequeños gastos de la carrera, como en algún tiempo fueron los imperdibles.
Y ya para finalizar, decir que, aunque la mayoría de las personas que iniciamos esta travesía ya nos encontramos próximos a la tercera edad, confiamos en mantener y colaborar con la prueba en un futuro inmediato y prolongarla hasta que otros puedan recoger el relevo. Mantenemos intacto el entusiasmo inicial y las ganas de contribuir a una práctica deportiva saludable, aun sabiendo y siendo conscientes de nuestro cambio de estatus. Asumimos el haber pasado de organizadores a ser meros colaboradores, dado que las exigencias de las competiciones actuales son inalcanzables para organizaciones como las nuestras (Asociaciones de Vecinos), quiero decir, que sin la F.D.M. Valencia será imposible seguir hablando de la “Volta a Peu als Barris de Sant Marcel·li i Sant Isidre”, a pesar de nuestro interés, empeño y ganas.
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