
Una pista de atletismo, ganas de correr y unas piernas bien preparadas. Hasta ahí, todo normal. Casi que incluso es algo que cualquiera de nosotros podríamos haber experimentado. Pero la sutil diferencia viene después. Kilian se pone a rodar y… ¡tachán! acaba 85 kilometros después (sí, O-CHEN-TAY-CIN-CO). Lo que vienen a ser seis horas de carrera en pista.
De Kilian ya no sorprende casi nada, pero no es del todo usual verle en entrenamientos en llano tan largos como este, y sobre todo, tan exigentes, ya que el ritmo medio le salió a 4:13 minutos por kilómetro. Kilian compartió la bestialidad en sus redes sociales como si cualquier cosa y rápidamente la imagen se prendió fuego a base de likes (como sus piernas, más o menos, que deberían estar ardiendo).
Test nutricional
En el texto que acompaña la imagen de Instagram, Kilian explicó el porqué de su entrenamiento, enmarcándolo dentro de un test nutricional con el acompañamiento de productos de uno de sus patrocinadores. Este es el texto que publicó:
La progresión proviene de las adaptaciones, las adaptaciones provienen del entrenamiento + descanso, el entrenamiento proviene del conocimiento y el conocimiento proviene de las pruebas. Ayer hice una prueba nutricional. En un ambiente estable (una pista) y un esfuerzo fácil pero constante estuve probando diferentes protocolos de repostaje e hidratación que espero puedan ayudarme a mejorar los niveles de energía durante diferentes metas, desde una carrera donde podamos tener acceso a líquidos y comida ( casi) cuando queremos una escalada alta donde tenemos comida y combustible muy limitados ya que tenemos que llevar todo. Creo que probar es importante para tener un mejor conocimiento de uno mismo y aplicar este conocimiento en entrenamientos, carreras o proyectos.
Nueva hazaña del corredor que siempre nos asombra. Para volverse locos.
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