Las diferentes normativas de las Comunidades Autónomas afectan al deporte de lleno. Según donde vivas, correrás de una manera u otra.
Ante todo, una premisa en la que todos, probablemente, estemos de acuerdo: el deporte en general y el running en particular mejora nuestra salud, nuestras defensas, nuestro bienestar y autoestima.
Hasta aquí, todo correcto, ¿verdad? Si hay alguien en contra, que vaya dejando de leer.
Pero en época de pandemia, a pesar de que sepamos que el deporte mejora nuestra salud y defensas, entramos en el debate sobre cómo ejercitarlo.
Y el debate tiene una principal vertiente sanitaria, pero también está influido por la política. Y, por supuesto, también tiene algo de convicciones personales.
Dime dónde corres y te diré cómo lo haces
El caso es que las normativas sanitarias de cada comunidad autónoma han generado una gran disparidad de criterios, provocando que haya unos corredores muy restringidos por las normas y que apenas pueden salir a trotar, mientras que otros no tienen muchas limitaciones.
El caso de Galicia ha causado revuelo. Allí, los técnicos han introducido la obligación de correr en solitario y con mascarilla. Por mucho que estés tú solo, por mucho que te vayas a un monte perdido, por mucho que haya una evidente distancia de seguridad. Todo el mundo con mascarilla.
En la Comunitat Valenciana, nada de deportes colectivos. Para los aficionados no existe ya el baloncesto, ni fútbol, ni nada similar. Tampoco se permite que haya grupos en los deportes individuales. Como mucho, puedes acompañarte de una persona (o de tu núcleo de convenientes).
Es decir, el running en la Comunitat Valenciana solo es en pareja -como mucho- y a distancia de manera obligatoria. Como novedad, a partir del 1 de febrero será obligatorio correr con mascarilla dentro de los núcleos urbanos de las poblaciones. En una ciudad que cuenta con numerosas zonas verdes y espacios específicos para corredores, esta nueva medida ha causado mucho debate.
Y de los recintos interiores, ni hablamos. En media España están cerrados gimnasios, polideportivos y cualquier otro recinto. Mientras, en otros lugares siguen abiertos y albergando competiciones amateur. En Madrid, por ejemplo, las restricciones no afectan apenas al deporte. Allí, las instalaciones deportivas bajo techo pueden permanecer operativas hasta las 21:00h. Algo que en muchos otros lugares de España ya se han olvidado de lo que es.
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