ESPECIAL: UN AÑO SIN CARRERAS (1). Para los corredores, una desilusión y retos perdidos. Para los organizadores, un drama económico, trabajadores que penden de un hilo y hay clubes que deben hacer malabarismos para seguir adelante.
Es un ritual. Bueno, no ‘un’ ritual. Es ‘el’ ritual. La liturgia de los corredores. La razón de ser para muchos, el séptimo cielo… Son las carreras.
A cada uno le afecta de una manera. Que si nervios la noche antes. Que si me lo dejo todo preparado y duermo como un bebé. Que si no tengo imperdibles, que si llego tocado del isquio, que si no me he preparado bien. Que si esta semana me tengo que cuidar… Adrenalina que nos encanta, que nos entretiene, que nos mantiene vivos.
Como corredores, vivimos alimentados por el motor que son las carreras populares. Con ellas organizamos nuestro calendario, nuestros planes de entrenamiento, nuestra ropa de correr que llena los cajones, conocemos gente, tenemos fotos para presumir delante de los amigos. Ellas son nuestra fiesta.
Pero ya no están. Hace un año que no existen. Llevamos un año sin esas sonrisas. Y en un mundo en el que los sectores salen a la calle a protestar (hemos visto a la hostelería, los centros deportivos, la cultura, los eventos musicales, el comercio…), los organizadores de carreras llevan su drama dentro.
Golpe económico y emocional
Porque, por mucho que a veces no lo veamos, las carreras populares son también negocios. A veces sin ánimo de lucro, a veces para financiar un club de atletismo que vive todo el año gracias a su pequeña prueba, o a veces para poder llevar adelante un proyecto con unos cuantos empleados, como quien tiene un restaurante o quien tiene una tienda.
Y benditos negocios estos de las carreras que nos montan el espectáculo que nos montan. Pues ahora llevan un año cerrados. Sin poder trabajar. Con trabajadores y colaboradores en vilo. Sin ingresar y con sus pagos, cuotas y facturas que siguen llegando.
«Lo llevamos regular tirando a mal, la verdad», nos cuenta Álex Aparicio, cerebro, alma y corazón del 10K Valencia Ibercaja. «Pero no únicamente por nosotros, sino por las decenas de empresas del sector con las que llevamos más de una década trabajando, que son amigos más que proveedores y que en algunos casos están sufriendo muchísimo«.
La carrera que lidera Álex y que tanto gusta en València llega a movilizar a más de 60 trabajadores y colaboradores los días previos. «Internamente tenemos una estructura limitada y muy ágil, así que lo que no hemos trabajado en enero lo haremos de cara al 3 de octubre. Estamos muy ilusionados con volver a hacer un carrerón, va en nuestro ADN, pero sabemos que habrá restricciones y que no dispondremos de dorsales suficientes. Es una pena que el sector de los grandes eventos populares haya sido, junto a los festivales y macroconciertos, de largo el más perjudicado. Es lamentable», concluye Aparicio.
El sector de los eventos populares ha sido el más perjudicado. Es lamentable.
Álex Aparicio, 10K Valencia Ibercaja
Desde la 15K Nocturna Valencia Banco Mediolanum también coinciden en que este año «ha sido un golpe muy duro, ya que teníamos muchas esperanzas para esta edición. Intentamos llevarlo con la mayor normalidad posible, preparando novedades y alicientes para nuestra próxima edición, pero es inevitable hacerlo a otro ritmo por la incertidumbre. Aún así, la ilusión sigue intacta y pondremos todo de nuestra parte para volver a ver a los corredores.»
También los clubes -más grandes o pequeños- que están detrás de la organización de una carrera tienen ese doble impacto. Además del económico, también el emocional.
En S.D. Correcaminos (organizadores de la recientemente pospuesta Volta a Peu València Caixa Popular), han tenido que sacar fuerzas de flaqueza. «Sabemos que la sociedad lo ha entendido en las circunstancias actuales -nos cuentan-, pero a nosotros, como organizadores, nos ha dejado muy tristes. Un sentimiento muy extraño de impotencia, como si no hubiéramos cumplido nuestra obligación, como si nos faltara algo sin montar esa fiesta primaveral deportiva en la que miles y miles de personas llenaban las calles de Valencia corriendo o andando en familia».
«Respecto al impacto material, -continúan- Correcaminos es un club organizador. Que no podamos desarrollar completamente nuestro trabajo -aunque hemos tenido la inmensa suerte de que la Fundación Trinidad Alfonso, el Ayuntamiento y los demás patrocinadores apoyaron un Maratón de élite en 2020, así como el NN World Record Day- nos afecta profesional y económicamente. Pero ya hemos llorado, ya hemos pasado nuestro luto, y ahora mismo estamos hambrientos de poder organizar cosas en cuanto sea posible. Respecto al futuro, en 2022, vamos a organizar la Volta a Peu con más ilusión si cabe que la primera, porque será la Volta a Peu del reencuentro».
Ya hemos llorado. Hemos pasado nuestro luto y estamos hambrientos y con ilusión
Volta a Peu València Caixa Popular
Y es un sentimiento que cunde en cualquier pequeña organización. Para Poblats Marítims, la cancelación del pasado Pas Ras al Port de València fue un revés.
«En los últimos tres años el Pas Ras había conseguido meter en meta más de 2 000 corredores. Íbamos a celebrar la 33ª edición. La adrenalina de los tres meses previos a la celebración de la carrera, las conversaciones con nuestros patrocinadores, y colaboradores, el estrés de la semana previa, los imprevistos de última hora, la feria del corredor (por favor, lo que disfrutamos cuando nuestros corredores vienen a recoger ilusionados su dorsal….) ¡Lo echamos de menos!«.
La lista de organizaciones afectadas es extensísima. Hemos visto cancelaciones en el Circuito de Carreras Populares de València, el Circuito de la Diputación, los Circuitos de l’Horta Nord, l’Horta Sud o l’Albufera… y otras grandes carreras como el Medio Maratón de Riba-roja de Túria y tantas más. Podríamos seguir.
Lo que debemos pensar es que este año sin carreras lleva aparejado un pequeño drama en cada una de esas líneas de meta que no hemos podido pisar. Trabajadores en ERTE, empresas que no trabajan, ingresos que hacen que todo el trabajo de un año penda de un hilo…
No hay palabras para agradecerles todo el trabajo que hacen para que podamos cumplir nuestros sueños cruzando sus líneas de meta. Confiamos estar con vosotros lo antes posible.
Amigos de RunningCV, gracias x estar ahí y darnos voz… ah! y le pese a quien le pese: VOLVEREMOS!!
Mucho ánimo a todos los organizadores de carreras populares. Que este drama empiece a terminarse y volvamos a ponernos un dorsal para una carrera algún día (cuando se pueda)
Se echan muchísimo de menos las carreras… a muchos corredores les gusta más las mañanas de carrera en los domingos, pero ya os digo que el los sábados de tarde del pasado verano se echaron muchísimo de menos. Mucho ánimo! Esperemos que todo esto empiece a cambiar con la vacunación próximamente..