Desde la Unidad de Salud Deportiva del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre nos explican por qué la prueba de esfuerzo es una prueba médica clave, y nos cuentan en qué consiste, quién se la puede hacer y cuándo es el mejor momento para hacerlo.

¿En qué consiste una prueba de esfuerzo?
La prueba de esfuerzo con consumo de gases o ergoespirometría es una prueba diagnóstica que permite descartar enfermedades y además valorar la capacidad funcional tanto de pacientes como deportistas.
La prueba de esfuerzo alcanza su verdadero potencial cuando se combina con una prueba de imagen como es la ecocardiografía. Esta, junto a la información obtenida de la historia médica y la exploración física, permitirá descartar en casi su totalidad aquellas potenciales causas de origen cardíaco que pudiera ocasionar una muerte súbita durante la práctica competitiva.
Si hablamos de salud cardiovascular, nuestra recomendación no se basa sol en realizar una prueba de esfuerzo. Con ella obtendremos un informe electrocardiográfico que nos permitirá conocer posibles alteraciones en la señal eléctrica (arritmias) de nuestro miocardio. Sin embargo, la valoración será incompleta, y precisaremos de la realización de un ecocardiograma (ECO) para poder valorar nuestro corazón a nivel estructural. La “ECO” permitirá a los cardiólogos indagar en las cavidades de los ventrículos y aurículas, conocer el grosor de las paredes del corazón, cuantificar el diámetro de las principales arterias y venas… algo que con una prueba de esfuerzo no se detecta. Por eso, decimos que son complementarias.
¿Para qué es necesaria?
Además de prevenir una muerte súbita relacionada a la práctica deportiva, nos brindará información valiosa relacionada con el rendimiento. Esos valores obtenidos nos van a permitir planificar nuestras sesiones de entrenamiento de forma más personalizada y alcanzar así los objetivos pautados. Recuerda que las pruebas médicas en el deporte no son opcionales; la salud es la premisa máxima a la hora de realizar alguna actividad deportiva.

¿Quién se la puede hacer?
Está especialmente indicada en deportistas mayores de 35 años. Tampoco hay que ser un deportista profesional. Tanto si practicas deporte de forma amateur, como si has estado mucho tiempo en inactividad, eres candidato para realizar este tipo de prueba.
¿Cuándo es buen momento para hacerse una?
Es un momento ideal si te has planteado algún objetivo deportivo o personal y vas a entrenar de forma específica para alcanzarlo. El autoconocimiento es la clave. Son muchos los casos de personas que, acostumbradas a practicar alguna actividad física/deportiva, desconocen a su vez la presencia de afecciones como hipertensión, insuficiencia cardíaca o alteraciones del ritmo o cardiopatías congénitas. Pero, siempre es un buen momento…
La Unidad de Salud Deportiva del Hospital Vithas Nisa 9 de Octubre recomienda actualizar anualmente la prueba de esfuerzo y, al menos, cada 5 años el ecocardiograma.

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