Es una pregunta más difícil de responder de lo que parece. Ahora estamos en verano y toca descansar y disfrutar de la piscina, la playa… Pero a partir de septiembre y nuestra «nueva normalidad» hay que ir pensando en las actividades físicas que los más pequeños de la casa van a retomar o a iniciar. ¿Cuál elegimos?

El entrenador de Sanus Vitae Rubén Gadea responde algunas preguntas por vosotros para haceros más fácil la decisión, en caso de que aún no la tengáis tomada:
¿Actividad física o intelectual?
Una combinación de ambas. Lo ideal sería poder elegir una actividad física que le eduque en valores y ayude a adoptar un estilo de vida activa y saludable, como por ejemplo el atletismo o el baloncesto, y otra que lo estimule intelectualmente como música o dibujo.
¿Deporte individual o en equipo?
Ambos tienen sus pros y sus contras. Manejados de manera correcta, podrá extraer de ambas opciones valores como la superación, el esfuerzo o el compañerismo. Lo más importante en este punto es la metodología que se utilice. No es lo mismo un club o una escuela con un plan de aprendizaje establecido a otro en el que el entrenador vaya improvisando a salto de mata.
¿Enfoque competitivo o salud/ocio?
100% salud/ocio. Aunque suene duro, tus hijos no van a a triunfar en el deporte. Menos del 1% de sus compañeros podrán vivir del deporte. Por lo tanto, aprovecha y trata de inculcar el deporte como una actividad normalizada en su día a día. De lo que le inculques en estas edades, depende su relación con la actividad física en el futuro.
¿Hay que preguntar la formación de los entrenadores/monitores?
Sí. Un entrenador en las edades de formación no debe ser, con todos los respetos, un voluntario que le encanta el fútbol o el ex-jugador de basket que por vocación quiere «matar el gusanillo» como entrenador. Los niños tiene unas demandas especiales que debemos atender desde el punto de vista metodológico y psicológico, respetando sus etapas evolutivas y adaptando el contenido en cada una de ellas.
¿No pueden ir a cualquier actividad y punto?
Claro que pueden ir a cualquier actividad extraescolar, pero si te preocupas un poco por saber dónde lo llevas y en manos de quién dejas su formación, compras más números para que las cosas salgan bien.
Lo importante es… ¡disfrutar!
Muchos comentáis que lo más importante es que disfruten de la actividad a la que vayan, y así es. Por supuesto. Ya pasan muchas horas al día con tareas escolares y hay que facilitarles momentos de ocio y diversión. Por ello, lo mejor es conseguir un equilibrio.
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